martes, 11 de mayo de 2010

Cambios

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el-simbolo-perdido-CLUB.jpg picture by bibliotecaria2000



De común acuerdo el dueño del blog y su secretaria coñazo, hemos llegado a la conclusión (yo antes de empezar, je je je..., pero el jefe es él), que ir comentando la novela capítulo a capítulo no tiene pies ni cabeza, dado que muchos son tan cortos que no dan para nada y es una tontería. Así que vamos a enfocarlo de otra manera más racional. (Y que conste que lo ha dicho el jefe. Bueno, lo de racional no, lo del cambio).

Dado que Jesús aún no ha terminado la novela, no comentaré el final. De momento, la narración de Dan Brown es absolutamente previsible, al menos para mí. Como siempre, echa mano de mucha información sesuda, intercalándola en varios de los capítulos, además de tenerte con el alma en vilo con presuntos misterios que no son tales y añadir algo de acción para que el bobo de Langdon no lo parezca tanto.

El arte y las ciencias son temas repetitivos, previsibles porque sus otras dos novelas, Ángeles y Demonios y El Código Da Vinci también giran entorno a la masonería y sus símbolos, de lo cual se desprende que Brown es masón.
No, no me equivoco. Una cosa es escribir sobre algo aportando datos, y otra insistir machaconamente en la bondad de lo que expone. Una novela. Dos. ¿Tres?...

La masonería tiene diversas ramas, cómo cualquier religión. Porque de religión se trata por mucho que se empeñen en negarlo. Se niegan a considerarlo una religión pero sus ceremonias lo desmienten.
Dicen acoger a miembros de cualquier religión. Obvio, se trata de conversos, ¿tan difícil es darse cuenta?

Volviendo a la novela, el personaje de Mal'akh queda desenmascarado pronto a mis ojos. Su odio visceral a Peter Solomon y a su hermana Katherine denota algo muy personal. Muy íntimo.

Sato es mostrada de manera muy sospechosa por el autor. Llegué a pensar que se trataba de una colaboradora de Mal'akh, tal es el conocimiento que demuestra tener de lo que ocurre y su insistencia en que se trata de un asunto de Seguridad Nacional cuando aparentemente, esto no tiene pies ni cabeza. Su mal carácter y nepotismo al dirigirse a otros aumenta las sospechas sobre ella.

Mal'akh es un asesino iluminado que cree firmemente en la necesidad de sus crímenes para poder llegar a un nivel superior de sabiduría. Como ya comenté al principio, creo que en un simple comentario por ahí abajo, es algo habitual en personas con las facultades mentales perturbadas. Cité entonces al Gran Dragón Rojo, un personaje calco de Mal'akh, no sólo por sus paranoias divinas, sino por el culto a su cuerpo y los tatuajes. Además, la infancia en uno y la juventud en otro provocarón sus acciones de asesinos perturbados.

Leona Catalana


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Bien, parece que la primira cuarta parte del libro la dedica Brown a la descripción de personajes, entornos y situaciones. Ahora empieza la acción, donde un escritor de verdad se la juega.
Brown parece que sigue derroteros similares que en todas sus novelas, al menos en el planteamiento.
La originalidad de esta novela, son dos tramas paralelas que llevan el mismo esquema que quiere imitar los ritos de iniciación masónicas, el camino por la oscuridad y la llegada a un santuario o lugar de luz. Muy evidente en el recorrido que lleva Langdon por las catacumbas del Capitolio, y también en la travesía por la nave 5 hasta el laboratorio de noética.
Las dos acciones están bien resueltas, aunque es mas espectacular la que acontece en los almacenes SCSC. Tanto el asesinato de Trish, como la persecución de Katherine son muy cinematograficas, pero poco creibles. En fin.
La trama sigue con varios puntos sin resolver, para mantener la tensión y el interes de la novela. ¿Donde esta Peter?¿Quien es el arquitecto?¿Que ha descubierto Katherine?¿Que enigma esconde la piramide masónica?¿Quien es el complice de Mal'akh?¿Se enrrollarán los protagonistas?