lunes, 18 de abril de 2011

In memoriam


La novicia encargada de las compras se iba persignando por toda la calle, cuando se topa con el cura.

- ¡Hija mía! ¿Por qué vas persignándote?

- Es para que no se me olvide lo que me encargó la madre superiora.

- ¿Y qué fue lo que te encargó?

- Una cabeza de ajos, dos litros de leche y un estropajo.


 Para nuestros lectores: faltan las últimas aportaciones y con ellas, han desaparecido los comentarios que las acompañaban, por lo que me veo obligada a mencionarlo. Lo siento. No he sido yo quien lo ha borrado, sino su autor :(