viernes, 9 de julio de 2010

Por un puñao de cvbgdttgjfeyeh

Hace unos meses, un sábado por la tarde, durante una breve visita a Valencia, decidí meterme en uno de tantos "baretos" como hay en Ciutat Vella. Allí se respiraba la típica atmósfera a vino rancio y olores anquilosados por el pasar de los años. El mostrador era de zinc y todavía se podían ver los serpentines de cobre, tan populares en los años 60 cuando aún se pinchaban los barriles con la espada y, eran de madera. Bueno, pedí un vermut, de grifo por supuesto, y una ración de boquerones para acompañarlo. No bien había acabado de comer aquellos, cuando se desencadenaron en mi cuerpo todas las reacciones químicas conocidas por el hombre. Salí corriendo con una velocidad que envidiaría el mismo Usain Bolt y con la pericia del mejor Moses de todos los tiempos, llegué a la antepuerta del servicio. Allí me esperaba el último obstáculo: un negro de casi dos metros. Y digo un negro porque tenía dos brazos y dos piernas, pero más parecía dos o tres empalmados. No me amilané ni un ápice y con la destreza de un Sergei Burka pase por encima de él sin rozarle, para introducirme en el water. Allí me liberé de las ataduras textiles, con una precisión y rapidez que haría enrojecer al mismísimo Tamarit y comenzó mi lenta agonía.

Una y otra vez intenté levantarme, pero cada vez que lo hacía la industria química en que se había convertido mi cuerpo, me lo impedía.

Lo siguiente que recuerdo es estar tumbado en una cama de la Fe de Valencia, en donde una enfermeras me informaron que había sido traído allí por los bomberos, después de un arduo trabajo de extracción por parte de ellos, en el que fueron auxiliados por los GEOS y por dos banderas de la Legión desplazadas allí para intentar abrir mis dedos que se habían aferrado a al taza con la fuerza de dos cepos de acero. La policía se encargo de identificarme a través de las huellas dactilares que deje esculpidas en alto relieve en la loza del excusado, pudiendo sacar un molde en 3 o 4D para este fin.
Bien, todo acabó después de15 días de estancia en el hospital y creo, que bastante bien para mí. Ahora gozo de los beneficios por la patente conjunta con BAYER y CAMP oficilizada con una muestra de aquellos boquerones, El nombre comercial de la primera fue "nuevo Evacuol" 10.000 veces más potente que el anterior y, SUPERDESINCRUSTOL para la segunda.
Como veis amigos no todo en esta vida acaba mal. Estoy planteándome en volver aquel "bareto" y pedir una de callos, quien sabe las milagrosas sustancias que de ellos se podrían obtener............

3 comentarios:

  1. ESo deberia de ser el akinases o como se llame el parasito de los pescaos.

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  2. Anisakis, Jesús. Con ello me amenazaba el tontaina del "boquerón", ¡ja ja ja!

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